El milagro estival que desafía a la España Vaciada
En el corazón de la provincia de León, un fenómeno casi mágico se repite cada verano. Castrillo de Cepeda, una pequeña localidad que en invierno apenas supera la treintena de vecinos, ve cómo sus calles de piedra y sus casas tradicionales se llenan de vida, risas y reencuentros. Este resurgir no es casualidad, sino el fruto del esfuerzo y la pasión de una comunidad decidida a no dejarse vencer por el fantasma de la despoblación.
¿Qué hace especial a Castrillo de Cepeda en verano?
Lo que diferencia a Castrillo no es solo el regreso de las familias que emigraron, sino la vibrante agenda social y cultural que les espera. El pueblo se transforma en un hervidero de actividad gracias a la labor incansable de la Asociación Cultural Monteagudo. Durante unas semanas, la tranquilidad invernal da paso a un ambiente festivo que fortalece los lazos entre generaciones y mantiene viva la identidad del lugar.

El motor del cambio: La Asociación Cultural Monteagudo
Fundada hace más de tres décadas, la Asociación Monteagudo es el alma de esta resurrección estival. Lo que comenzó como una iniciativa para reunir a los vecinos se ha convertido en un completo programa de eventos que son la envidia de localidades mucho más grandes. Su objetivo va más allá del entretenimiento: buscan crear un sentimiento de pertenencia, recuperar tradiciones y, sobre todo, demostrar que los pueblos tienen futuro.
¿Cómo luchan las asociaciones contra la despoblación rural?
Iniciativas como la de Castrillo de Cepeda son un modelo de resistencia activa contra la despoblación, un desafío demográfico que afecta a gran parte del interior de España, como reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Estas organizaciones combaten el aislamiento generando comunidad, ofreciendo actividades que atraen tanto a los que se fueron como a posibles nuevos residentes, y cuidando el patrimonio cultural. Crean un ecosistema donde merece la pena volver, aunque sea solo por unas semanas, sembrando la semilla para un posible regreso definitivo.
¿Qué tipo de actividades se pueden encontrar en su semana cultural?
La Semana Cultural de Castrillo de Cepeda es el punto álgido del verano. El programa, diseñado para todas las edades, es un ejemplo de cómo dinamizar la vida rural. Entre sus propuestas más celebradas se encuentran:
- Eventos gastronómicos: La paellada popular es una cita ineludible que reúne a todo el pueblo en torno a la mesa.
- Deporte y juegos: Se organizan campeonatos de deportes tradicionales y modernos, así como juegos infantiles que recuperan las tradiciones de la zona.
- Cultura y música: No faltan las actuaciones de teatro, los conciertos al aire libre y los talleres creativos que llenan las tardes de verano.
- Tradiciones recuperadas: Actos como «la vaquilla» conectan a los más jóvenes con las costumbres de sus abuelos, asegurando que el legado cultural perdure.
El compromiso de estas entidades es a menudo reconocido y apoyado por las administraciones locales, como el Ayuntamiento de Villamejil, al que pertenece Castrillo. Este esfuerzo colectivo demuestra que, con organización y cariño, es posible devolverle el pulso a la España rural.