La gestión del lobo desata un nuevo pulso institucional
La convivencia entre el lobo ibérico y la ganadería en Castilla y León vuelve a ser el epicentro de un tenso enfrentamiento. Esta vez, la Junta de Castilla y León, a través de su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha elevado el tono contra el Gobierno central, acusando al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) de inacción y de aplicar una normativa que, a su juicio, perjudica gravemente a los ganaderos de la región.
El núcleo del conflicto reside en la falta de una nueva estrategia de gestión del lobo desde que el Gobierno central decidiera blindar su protección en todo el territorio nacional. La Junta considera que esta situación deja a las explotaciones ganaderas en una posición de total vulnerabilidad ante los ataques, una visión que choca frontalmente con la postura conservacionista del ejecutivo.

¿Por qué el lobo está tan protegido en España?
La clave de la disputa se encuentra en la Orden Ministerial de septiembre de 2021 que incluyó a todas las poblaciones de lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE). Esta medida unificó su estatus en todo el país, prohibiendo su caza y control poblacional, incluso en comunidades como Castilla y León, al norte del Duero, donde hasta entonces se permitía bajo ciertos cupos. El objetivo del MITECO, según se detalla en su estrategia oficial, es garantizar la conservación a largo plazo de la especie, considerándola una pieza clave del ecosistema.
Un giro inesperado desde Bruselas
Cuando el debate parecía estancado en un cruce de acusaciones y recursos judiciales, un nuevo actor ha entrado en escena: la Comisión Europea. En un movimiento que podría cambiar radicalmente las reglas del juego, Bruselas ha propuesto modificar el estatus de protección internacional del lobo. La propuesta sugiere rebajar su categoría de «estrictamente protegida» a simplemente «protegida» bajo el Convenio de Berna.
¿Qué significa este posible cambio en Europa para los ganaderos?
Este ajuste, impulsado por el aumento de la población de lobos y los conflictos derivados en varios países miembros, abriría la puerta a una gestión más flexible. Si la propuesta prospera, las administraciones como la de Castilla y León podrían tener un mayor margen de maniobra para implementar medidas de control poblacional con el fin de prevenir los ataques al ganado. Según un comunicado de la Comisión Europea, la decisión se basa en datos que muestran la recuperación de la especie y busca un equilibrio entre la conservación y las actividades rurales.
¿Cuál es la situación actual del lobo en Castilla y León?
Castilla y León alberga una de las poblaciones de lobo más importantes de Europa Occidental. La recuperación y expansión de sus manadas es un éxito desde el punto de vista de la biodiversidad, pero al mismo tiempo ha incrementado los puntos de fricción con el sector ganadero, que denuncia un aumento de los ataques y pérdidas económicas. Mientras la Junta reclama herramientas para gestionar estos conflictos, el Gobierno central insiste en que la protección actual es innegociable, dejando el futuro de la gestión del lobo a expensas de las decisiones que se tomen en los tribunales y, ahora también, en Bruselas.