Es un fenómeno silencioso pero con un impacto atronador en el sistema sanitario. En lo que va de año, más de 81.500 leoneses no han acudido a su cita programada con el médico, dejando una silla vacía y un valioso tiempo profesional desaprovechado. Esta cifra, que abarca desde el 1 de enero hasta finales de agosto, revela un problema de absentismo que va más allá de un simple despiste y que genera graves consecuencias para todos.

El dato, proporcionado por la sanidad de Castilla y León (Sacyl), supone que un 4,5% del total de las 1,8 millones de consultas agendadas se perdieron. El problema afecta a todos los niveles: 53.246 de estas ausencias se registraron en los centros de salud de Atención Primaria, el primer y fundamental eslabón del sistema, mientras que las 28.298 restantes corresponden a citas con especialistas en los hospitales.
¿Por qué es tan grave faltar a una cita médica sin avisar?
Cada ausencia no notificada desencadena una reacción en cadena. En primer lugar, se desperdician los recursos públicos: el tiempo de médicos, enfermeros y personal administrativo que estaba reservado para esa consulta. Pero, sobre todo, se perjudica directamente a otros pacientes. Ese hueco podría haber sido ocupado por una persona en lista de espera, alguien que quizás lleva semanas aguardando una valoración, un diagnóstico o el seguimiento de una enfermedad crónica.
Un problema que va más allá de León
León no es una isla en este asunto. El fenómeno del ‘paciente fantasma’ es una preocupación en todo el territorio nacional. Según datos del Sistema Nacional de Salud, se estima que el absentismo en Atención Primaria a nivel de España se sitúa en torno al 8%, como informa un análisis de JCyL. Esto se traduce en millones de citas perdidas cada año, un agujero de eficiencia que presiona todavía más a un sistema ya de por sí tensionado.
¿Cuáles son los motivos para no acudir a la consulta?
Las razones detrás de estas ausencias son variadas. El olvido es una de las causas más comunes, especialmente si la cita se programó con mucha antelación. Otras veces, el paciente experimenta una mejoría y considera que ya no necesita la consulta. También influyen las dificultades logísticas, como problemas de transporte, la imposibilidad de conciliar con el trabajo o el cuidado de familiares.
Independientemente del motivo, la solución es la misma y es muy sencilla: avisar con la mayor antelación posible. Sacyl lleva tiempo insistiendo con campañas de concienciación bajo lemas como «Si no vas a venir, no vengas, pero avisa». Anular una cita es un proceso rápido que se puede realizar a través de la aplicación móvil ‘Sacyl Conecta’, por teléfono en el centro de salud o en la propia web de cita previa. Este simple gesto de responsabilidad cívica libera un espacio vital para otra persona.