La calma en Laciana se ha visto interrumpida de nuevo. El incendio forestal declarado el pasado martes en la localidad de Orallo, perteneciente al municipio de Villablino, ha vuelto a cobrar fuerza en la mañana de este viernes debido a las intensas rachas de viento que azotan la zona.
Lo que el jueves parecía una situación controlada, con el fuego prácticamente extinguido, se ha convertido de nuevo en un foco de preocupación. Afortunadamente, las últimas informaciones confirman que, pese a la reactivación, el perímetro del incendio está establecido y no se prevé que las llamas alcancen grandes dimensiones ni que crucen la frontera hacia el Principado de Asturias.

¿Qué medios se están utilizando para combatirlo?
La Junta de Castilla y León ha movilizado un operativo considerable para atajar las llamas. En la zona trabajan actualmente un helicóptero de la base de Cueto y otro de Rabanal, que viene acompañado por una brigada helitransportada ELIF.
El despliegue se completa en tierra con la presencia de dos agentes medioambientales, una bulldozer para abrir cortafuegos y facilitar el acceso, y dos autobombas. La coordinación entre medios aéreos y terrestres es clave para contener el avance del fuego.
Un terreno que juega en contra
Las llamas afectan principalmente a una zona de robledal y matorral. Uno de los mayores desafíos para los equipos de extinción es la orografía del terreno, ya que se trata de un área muy escarpada y de difícil acceso, lo que complica enormemente las labores del personal de tierra.
¿Por qué se ha declarado el nivel alto de riesgo de incendios?
Este suceso no es un hecho aislado. La Junta de Castilla y León ha declarado el nivel de riesgo alto de incendios para todo el fin de semana en la provincia, una medida preventiva ante las condiciones meteorológicas adversas. De hecho, en las últimas horas se han registrado otros fuegos en puntos como Cistierna y Valdepiélago, manteniendo en alerta a los servicios de extinción.
Esta declaración implica una mayor vigilancia y la pre-alerta de recursos para dar una respuesta más rápida ante cualquier conato. Las autoridades insisten en la importancia de extremar las precauciones para evitar nuevas negligencias que puedan derivar en catástrofes medioambientales.