Un nuevo y ambicioso proyecto ferroviario está tomando forma para revolucionar el transporte de mercancías en el noroeste de España. La histórica denominación ‘Ruta de la Plata’ se reinventa para dar nombre a una moderna ‘autovía ferroviaria’ que unirá estratégicamente León y Asturias.
Impulsada por el Ministerio de Transportes, esta iniciativa creará un corredor logístico de 150 kilómetros. El objetivo es claro: facilitar un flujo de mercancías más rápido y eficiente entre cuatro puntos neurálgicos de la industria y la logística de ambas comunidades autónomas.

¿En qué consiste exactamente esta nueva «autovía ferroviaria»?
Este concepto, también conocido como ‘short line’, se refiere a un trazado ferroviario de alta capacidad diseñado específicamente para el transporte de mercancías. En este caso, la línea conectará directamente los polígonos leoneses de Villadangos y Torneros con los asturianos de Zalia y el estratégico Puerto de El Musel en Gijón.
La idea es que los trenes puedan transportar semirremolques de camiones, agilizando la cadena logística y reduciendo el tráfico por carretera. Se trata de una apuesta decidida por la intermodalidad, combinando el transporte por carretera y ferrocarril de una manera mucho más integrada.
Un impulso clave para el Corredor Atlántico
Este proyecto no es una iniciativa aislada. Se enmarca dentro de la estrategia global del Corredor Atlántico, una de las redes transeuropeas de transporte prioritarias para la Unión Europea. La nueva línea leonesa-asturiana funcionará como un complemento vital a la Variante de Pajares, que se destinará principalmente al tráfico de pasajeros y alta velocidad.
Según datos del Ministerio de Transportes, el Corredor Atlántico busca mejorar las conexiones y la competitividad de las regiones del oeste de la península, y esta ‘autovía ferroviaria’ es una pieza fundamental de ese puzle.
¿Tiene esto que ver con la antigua línea de la Ruta de la Plata?
Aunque el nombre evoca la nostalgia del antiguo ferrocarril que conectaba Astorga con Plasencia, este proyecto es conceptualmente diferente. No se trata de una reapertura de la vía clausurada, sino de una reinterpretación moderna del eje norte-sur, aprovechando infraestructuras ya existentes y de nueva construcción para un propósito muy concreto: las mercancías.
Con esta nueva conexión, se busca que el área de influencia del Puerto de El Musel, su ‘hinterland’, se extienda de forma natural hacia el interior, consolidando a León como una plataforma logística de primer orden. La gestión de esta infraestructura correrá a cargo de Adif, que se encargará de optimizar su funcionamiento para las empresas de la región.