La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha activado las alertas en León ante un fenómeno tan espectacular como peligroso: las tormentas secas. Lejos de ser un alivio para el calor, estas tormentas representan una seria amenaza para nuestros montes, ya que combinan un potente aparato eléctrico con una ausencia casi total de precipitaciones, creando el cóctel perfecto para el inicio de incendios forestales.

¿Qué son exactamente las tormentas secas?
A menudo pensamos en las tormentas como sinónimo de lluvia, pero no siempre es así. Una tormenta seca se produce cuando hay actividad eléctrica —es decir, truenos y relámpagos— pero la lluvia que se genera en las nubes se evapora antes de llegar al suelo. Esto ocurre principalmente en días de mucho calor y con una atmósfera muy seca en sus capas más bajas. El resultado es un bombardeo de rayos sobre una vegetación sedienta y altamente inflamable, sin una sola gota de agua que pueda sofocar las chispas.
Según explica AT3W, el peligro es máximo porque un solo rayo puede iniciar un fuego que, avivado por el viento que suele acompañar a estas tormentas, se propague con una velocidad devastadora.
Un enemigo silencioso y natural
Aunque la mayoría de los incendios en España tienen origen humano, las causas naturales como los rayos no deben subestimarse. De hecho, los fuegos provocados por rayos suelen ser especialmente complicados de atajar, ya que a menudo se inician en zonas remotas, de difícil acceso para los equipos de extinción y lejos de la vista de posibles testigos.
La combinación de altas temperaturas, baja humedad y vegetación estresada por la sequía convierte a Castilla y León en un escenario de alto riesgo. La previsión de tormentas secas obliga a extremar la vigilancia y a mantener los operativos de emergencia en máxima alerta.
¿Por qué son tan peligrosas en León?
La geografía de nuestra provincia, con vastas extensiones de masa forestal y terrenos agrícolas, la hace particularmente vulnerable. Un incendio que comienza en un punto aislado puede crecer exponencialmente en cuestión de horas si las condiciones son las adecuadas. Las tormentas secas no avisan y pueden recorrer grandes áreas, dejando tras de sí múltiples conatos de incendio de forma simultánea, lo que desborda la capacidad de respuesta.
La prevención y la detección temprana son cruciales. Las autoridades insisten en la importancia de la colaboración ciudadana. Si se observa una columna de humo, por pequeña que sea, es vital avisar inmediatamente al 112. Cada minuto cuenta para evitar que una chispa se convierta en una catástrofe medioambiental. Ante la alerta de la AEMET, la prudencia es la mejor herramienta.