Desarticulado un timo que ponía en jaque a los mayores de León
La tranquilidad de muchos hogares de León, especialmente los de las personas de mayor edad, se ha visto amenazada por una estafa tan clásica como efectiva: la de los falsos revisores del gas. La Guardia Civil ha puesto fin a las andanzas de una pareja, un hombre y una mujer, que se dedicaba a engañar a ancianos haciéndose pasar por técnicos autorizados para cobrar por inspecciones fraudulentas.
La investigación, liderada por el puesto de la Guardia Civil de Armunia, se inició a raíz de la denuncia de una persona mayor que sospechó haber sido víctima de un engaño. Tirando de ese hilo, los agentes lograron identificar y detener a los dos presuntos autores, quienes ya contaban con antecedentes por delitos similares.

El método: urgencia, presión y dinero en efectivo
El modus operandi era siempre el mismo. La pareja seleccionaba a sus víctimas, generalmente personas mayores que vivían solas, y se presentaban en su domicilio sin previo aviso. Con la excusa de una supuesta anomalía o una revisión obligatoria y urgente, conseguían crear un clima de nerviosismo y confusión.
Una vez dentro, realizaban una inspección ficticia que apenas duraba unos minutos. Acto seguido, exigían el pago inmediato en efectivo, reclamando cantidades que oscilaban entre los 100 y los 200 euros. Su insistencia y la apariencia de oficialidad eran suficientes para que muchos mayores, por miedo o desconocimiento, acabaran pagando.
¿Cómo puedo saber si es una revisión de gas real?
Distinguir una visita legítima de una estafa es más sencillo de lo que parece si se conocen las claves. Las compañías distribuidoras de gas nunca envían a un técnico sin previo aviso. Lo habitual es que recibas una carta certificada o una comunicación oficial con varias semanas de antelación para concertar la visita.
Además, según confirman organizaciones como la OCU, el pago de la inspección obligatoria (que se realiza cada cinco años) nunca se abona en efectivo al técnico. El coste se incluye directamente en la siguiente factura del gas. Si alguien te exige dinero en mano, es una señal de alarma inequívoca.
La prevención es la mejor herramienta
La Policía Nacional, en sus campañas de prevención, ofrece consejos muy claros para evitar caer en estas trampas. La regla de oro es no abrir la puerta a desconocidos. Utiliza siempre la mirilla y pide la acreditación del supuesto técnico. Un operario real no tendrá ningún problema en identificarse y esperar a que hagas las comprobaciones necesarias.
Si tienes dudas, no le dejes entrar. Cierra la puerta y llama directamente al teléfono de atención al cliente de tu compañía de gas para verificar si, efectivamente, han enviado a alguien a tu domicilio.
¿Qué hago si creo que he sido víctima de una estafa?
Si a pesar de todo sospechas que has sido engañado, es fundamental actuar con rapidez. Lo primero es contactar con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Puedes llamar al 062 (Guardia Civil) o al 091 (Policía Nacional) para interponer una denuncia formal.
Intenta recordar todos los detalles posibles sobre el aspecto de los estafadores, su forma de hablar o el vehículo en el que se marcharon. Cualquier dato, por pequeño que parezca, puede ser crucial para la investigación, como ha ocurrido en este caso en León. No sientas vergüenza; denunciar ayuda a proteger a otras posibles víctimas. Puedes encontrar más consejos en la web oficial de la Policía Nacional.