Un proyecto científico de alcance nacional con sello leonés
En el corazón de la provincia de León, la histórica ciudad de Astorga se convirtió en el epicentro de un proyecto científico sin precedentes en España: la creación del primer mapa genético de las razas caninas autóctonas. Esta ambiciosa iniciativa, impulsada por la Real Sociedad Canina de España (RSCE) en colaboración con la Universidad de Córdoba, marcó un antes y un después en la conservación y el estudio de nuestro patrimonio canino.
Más allá de una simple curiosidad científica, este proyecto nació con objetivos muy claros: proteger la pureza de las razas españolas, combatir enfermedades hereditarias y luchar contra el fraude en la cría. Astorga fue elegida como el punto de partida simbólico, acogiendo la toma de las primeras muestras durante su prestigiosa Exposición Nacional Canina.

¿Por qué es tan importante este mapa genético canino?
La genética es la llave que abre la puerta al futuro de la cría responsable. Este mapa genético funciona como un DNI biológico para cada perro de raza pura. Permite a los criadores tomar decisiones más informadas, evitando cruces que puedan perpetuar problemas de salud y garantizando la diversidad genética necesaria para la supervivencia de la raza. Para los veterinarios, es una herramienta diagnóstica de valor incalculable que puede anticipar la predisposición a ciertas patologías, mejorando la calidad de vida de los animales.
El Mastín y el Carea Leonés, protagonistas desde el inicio
No es casualidad que dos de las razas más emblemáticas de León, el Mastín Leonés y el Carea Leonés, estuvieran entre las primeras en ser estudiadas. Estos perros, profundamente arraigados en la tradición ganadera y cultural de la provincia, representan un tesoro biológico que el proyecto busca salvaguardar. El estudio de su ADN no solo ayuda a preservar sus características únicas, sino que también rinde homenaje a su papel histórico en el desarrollo rural de la región.
¿Cómo se recogen las muestras para el estudio?
Lejos de procedimientos complejos o dolorosos, la participación en el estudio es sorprendentemente sencilla. Todo lo que se necesita es una muestra de saliva del perro, obtenida frotando un pequeño hisopo de algodón en el interior de su mejilla. Este método no invasivo ha facilitado la colaboración de cientos de propietarios y criadores en todo el país, que ven en este proyecto una oportunidad única para contribuir al bienestar y la protección de sus razas queridas.
Lo que comenzó en Astorga es hoy un esfuerzo a nivel nacional. El objetivo final es mapear el genoma de todas las razas oficialmente reconocidas en España, creando una de las bases de datos genéticas caninas más completas del mundo. Para más información sobre el avance de esta iniciativa, se puede consultar el portal oficial del proyecto en la web de la Real Sociedad Canina de España.
¿Qué futuro le espera a las razas de perros españolas?
Gracias a la ciencia y la tecnología, el futuro se presenta más seguro y prometedor. Este mapa genético es la base para desarrollar programas de cría más éticos y sostenibles. Asegura que las futuras generaciones de perros de razas como el Galgo Español, el Perro de Agua o el Podenco Ibicenco no solo mantengan su belleza y funcionalidad, sino que también gocen de una salud de hierro, protegidos de las enfermedades que han amenazado su legado durante décadas.