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El cielo leonés se rinde a la adrenalina: La pasión por el parapente y los ultraligeros vuela alto. No es solo el zumbido de los motores en el aeródromo de Los Oteros, es también el silencioso planear de las velas de colores sobre las cumbres de la Montaña Central. León está viviendo un auténtico auge en los deportes aeronáuticos, una afición que combina la emoción pura con una forma completamente nueva de admirar los paisajes de la provincia. Cada vez más leoneses y visitantes se sienten atraídos por la idea de surcar los cielos, convirtiendo una actividad antes minoritaria en un referente de ocio y aventura.Desde los vuelos en ultraligero que regalan una panorámica inolvidable de la vega del Esla hasta los saltos en parapente en enclaves como Arbas del Puerto, las posibilidades se multiplican. Los clubes y escuelas locales han notado un incremento notable en el interés, no solo de deportistas experimentados, sino de curiosos que buscan su bautismo de vuelo. Esta comunidad creciente está demostrando que para descubrir la verdadera belleza de León, desde Las Médulas hasta los Picos de Europa, a veces, hay que alzar la vista y despegar los pies del suelo.