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León desde el aire: El parapente se afianza como la aventura definitiva en la provincia. Imagínate flotando en un silencio casi absoluto, con la majestuosidad de los Picos de Europa a un lado y la inmensa llanura de la meseta al otro. Esta estampa, que parece sacada de una postal, es la realidad para un número creciente de aficionados y turistas que han encontrado en el parapente una forma inigualable de experimentar la naturaleza leonesa. Más que un deporte, es una conexión directa con el paisaje en su estado más puro.La orografía de la provincia ofrece un escenario privilegiado para el vuelo libre. Zonas como el Valle de Arbas, el entorno de la comarca del Bierzo o las laderas del Teleno se han convertido en puntos de despegue habituales, conocidos por sus corrientes térmicas favorables. Pero no es una actividad reservada solo para pilotos expertos; diversas escuelas locales ofrecen vuelos biplaza, una oportunidad fantástica para que cualquiera, sin necesidad de experiencia previa, pueda sentir la emoción de surcar los cielos de la mano de un instructor cualificado y disfrutar de unas vistas que cortan la respiración.Al final, la experiencia va más allá de la simple adrenalina. Se trata de una forma de redescubrir rincones familiares desde una perspectiva completamente nueva, de sentirse pequeño ante la inmensidad y de guardar en la memoria una sensación de libertad difícil de describir. El parapente consolida así a León no solo como un destino cultural y gastronómico, sino también como un referente del turismo de aventura en el norte de España.