Recibe nuestro resumen diario en tu correo y ofertas exclusivas.
Parque Natural de Babia y Luna: Refugio de biodiversidad en la montaña cantábrica
El Parque Natural de Babia y Luna es un espacio protegido de gran valor ecológico y paisajístico situado en la Montaña Occidental de la provincia de León. Este territorio, que abarca las comarcas históricas de Babia y Luna, es un ejemplo excepcional de los ecosistemas de la Cordillera Cantábrica, caracterizado por sus imponentes macizos calizos, sus extensos pastizales y sus valles de origen glaciar. Su declaración como parque natural busca preservar su rica biodiversidad y su patrimonio geológico.
El parque se distingue por su espectacular orografía, donde destacan las cumbres del Macizo de Ubiña, que superan los 2.400 metros de altitud, y la presencia de lagos de origen glaciar como el de Babia. Es un hábitat crucial para especies emblemáticas de la fauna cantábrica, como el oso pardo, que tiene en estos valles una de sus principales áreas de campeo, el urogallo o el lobo ibérico. La flora del parque es igualmente rica, con extensos bosques de hayas y robles que se alternan con los pastos de altura.
Más allá de su riqueza natural, el Parque Natural de Babia y Luna posee un profundo valor etnográfico. Sus comarcas están históricamente ligadas a la trashumancia, siendo el lugar de veraneo de los rebaños de ovejas merinas, una tradición que ha modelado el paisaje y la cultura local. De hecho, la expresión «estar en Babia» evoca la abstracción y el descanso de los reyes de León en estas tierras. Junto con otros territorios, forma parte de la Gran Reserva de la Biosfera de los Valles de Omaña y Luna, un reconocimiento que subraya su importancia para la conservación y el desarrollo sostenible.