En el corazón de la provincia de León, en la Base «Conde de Gazola» de San Andrés del Rabanedo, late un motor de seguridad y respuesta rápida que vela por todo el noroeste peninsular. Son los cerca de 500 hombres y mujeres del Batallón de Intervención en Emergencias V (BIEM V), la unidad de la UME cuya misión es proteger a los ciudadanos de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria frente a las peores catástrofes.
Lejos de ser una fuerza estacional, este batallón de élite se mantiene en un estado de alerta y entrenamiento constante durante todo el año. Su capacidad de despliegue rápido los convierte en un recurso estratégico fundamental, listos para actuar en cuestión de horas cuando los servicios de emergencia autonómicos se ven superados por la magnitud de un desastre.
¿Cuál es la misión principal del BIEM V de la UME en León?
Aunque su imagen está fuertemente ligada a la lucha contra los devastadores incendios forestales del verano, la labor del BIEM V es mucho más amplia. Su preparación es integral y abarca un gran abanico de escenarios de riesgo. Entre sus cometidos se encuentran las inundaciones, las grandes nevadas que pueden dejar aisladas a poblaciones enteras, los rescates en entornos de difícil acceso y la intervención ante riesgos tecnológicos, como fugas químicas o industriales.
La versatilidad es su principal fortaleza. El batallón está diseñado para ser una herramienta polivalente al servicio de la sociedad, adaptando sus recursos y personal a la naturaleza específica de cada emergencia, siempre en apoyo de las autoridades civiles.

¿Qué tipo de equipamiento utilizan en sus intervenciones?
Para hacer frente a estos desafíos, el BIEM V cuenta con material de última generación. Su parque móvil incluye desde potentes autobombas y camiones nodriza con miles de litros de capacidad, hasta maquinaria pesada como bulldozers para crear cortafuegos o despejar vías. Además, disponen de vehículos de comunicaciones y puestos de mando avanzados que les permiten coordinar operaciones complejas sobre el terreno con total autonomía.
Este despliegue tecnológico, combinado con la alta cualificación de su personal, les permite establecerse en cualquier punto de su extensa área de responsabilidad y operar de forma sostenida durante días e incluso semanas.
¿Cómo se coordina la UME con otros servicios de emergencia?
La eficacia de la UME no reside solo en su capacidad propia, sino en su perfecta integración en el engranaje del Sistema Nacional de Protección Civil. El BIEM V no actúa por libre; su activación siempre responde a una petición formal de la comunidad autónoma afectada. A partir de ahí, trabajan codo con codo con los bomberos autonómicos y locales, la Guardia Civil, el 112 y las agrupaciones de voluntarios.
Esta colaboración es la clave del éxito en la gestión de grandes emergencias. Puedes encontrar más información sobre su organización y capacidades en la web oficial de la Unidad Militar de Emergencias, donde se detallan las funciones de cada batallón.
En definitiva, el batallón leonés de la UME representa una garantía de seguridad, un escudo silencioso pero robusto que, desde el centro de la provincia, proyecta su protección a millones de ciudadanos en cuatro comunidades autónomas.