Luz verde para el río Boeza: la Junta frena una minicentral en El Bierzo
El Bierzo respira un poco más tranquilo. La naturaleza ha ganado una batalla clave con la decisión definitiva de la Junta de Castilla y León de archivar el proyecto para construir una minicentral hidroeléctrica, conocida como «Salto de Folgoso», en las aguas del río Boeza a su paso por Folgoso de la Ribera. La resolución se basa en una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) desfavorable que pone fin a un proceso que amenazaba con alterar de forma irreversible uno de los valiosos ecosistemas fluviales de la comarca.
¿Por qué se ha rechazado el proyecto de la minicentral?
La negativa no es un capricho, sino el resultado de un análisis técnico exhaustivo. La Declaración de Impacto Ambiental concluyó que los daños al medio ambiente serían mucho mayores que los posibles beneficios energéticos. El informe detalla que la infraestructura propuesta provocaría la fragmentación del río, un obstáculo insalvable para la fauna, y alteraría gravemente tanto la calidad del agua como el paisaje. En esencia, el proyecto fue considerado incompatible con la conservación de los valores naturales de la zona.

Un santuario para la trucha y el desmán pirenaico
El río Boeza no es un curso de agua cualquiera. Sus riberas y caudal son el hogar de especies sensibles y protegidas, cuya supervivencia se habría visto directamente amenazada. La DIA destaca el impacto severo sobre la comunidad de peces, especialmente la trucha común, una especie emblemática de los ríos leoneses. Además, la zona es hábitat del desmán pirenaico, un pequeño mamífero semiacuático catalogado como «en peligro de extinción» y cuya protección es prioritaria. La construcción de la presa y las canalizaciones habrían destruido su hábitat y el de todo el bosque de ribera asociado.
¿Qué es el Plan Hidrológico de la cuenca del Duero?
Es el documento maestro que establece las normas para la gestión del agua en toda la cuenca. Su objetivo principal es garantizar el buen estado ecológico de los ríos y acuíferos. El proyecto de la minicentral chocaba frontalmente con los objetivos marcados en este plan, que busca precisamente reducir las presiones sobre los ecosistemas fluviales y proteger su biodiversidad, tal y como establece la Confederación Hidrográfica del Duero.
La importancia de evaluar cada proyecto renovable
Esta decisión pone de manifiesto un debate cada vez más presente: no todas las energías renovables son inocuas para el entorno. Si bien la transición energética es fundamental, proyectos como las minicentrales hidroeléctricas pueden generar un daño localizado muy grave, fragmentando ríos y destruyendo ecosistemas valiosos. La protección de los ríos es una línea de trabajo clave, impulsada por iniciativas como la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos, que busca devolver a los cursos de agua su dinámica natural.
¿Son todas las energías renovables igual de beneficiosas para el medio ambiente?
No. Aunque todas contribuyen a reducir las emisiones de carbono, su impacto local varía enormemente. La energía solar o la eólica, si se ubican en zonas de bajo valor ecológico, suelen tener un impacto menor que una presa que altera por completo un río. Por ello, es crucial realizar una evaluación ambiental rigurosa para cada caso, asegurando que la solución a un problema (el cambio climático) no genere otros igualmente graves (la pérdida de biodiversidad).