El zumbido que trae tranquilidad a los montes leoneses
Si en los últimos días has levantado la vista al cielo y has visto la inconfundible silueta de un avión anfibio de color amarillo, no hay motivo para la alarma. Al contrario, es una señal de preparación y seguridad. Los ‘botijos’, como se conoce popularmente a estas aeronaves, pertenecen al 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y del Espacio y están llevando a cabo vuelos de entrenamiento esenciales sobre la provincia de León.
Estos ejercicios, que se han centrado en zonas de gran valor ecológico y con un historial de incendios como La Cabrera y las comarcas cercanas a La Bañeza, son cruciales para que los pilotos se familiaricen con el terreno antes de que comience la temporada de alto riesgo de incendios forestales, que se activa oficialmente el 1 de junio.

¿Por qué entrenan los aviones anfibios en León?
La orografía de León, con sus valles y montañas, presenta un desafío único para los pilotos de extinción de incendios. Estos vuelos de entrenamiento permiten a las tripulaciones estudiar las rutas de aproximación, las posibles zonas de amerizaje para la carga de agua y las maniobras de escape en un entorno real. El objetivo es simple: cuando el fuego aparezca, cada segundo cuenta, y el conocimiento previo del terreno puede marcar la diferencia entre un conato y una catástrofe.
Aunque su base principal se encuentra en Torrejón de Ardoz (Madrid), el 43 Grupo utiliza la base aérea de Matacán, en Salamanca, como punto de operación avanzado para cubrir todo el noroeste peninsular. Desde allí, se despliegan para estas misiones de adiestramiento que garantizan su eficacia durante el verano.
Héroes con alas y un lema contundente
El 43 Grupo es una de las unidades más queridas y respetadas del Ejército del Aire y del Espacio. Su misión principal es la lucha contra los incendios forestales, y su lema, «¡Apaga… y vámonos!», resume a la perfección su espíritu de rapidez y eficacia. Su presencia en el cielo es un símbolo de esperanza para las zonas rurales amenazadas por las llamas.
¿Cuánta agua puede cargar un hidroavión Canadair?
Los aviones que vemos sobrevolar León son principalmente los Canadair CL-415 (designación militar UD.14), auténticos gigantes del aire especializados en la lucha contra el fuego. La capacidad de estas aeronaves es asombrosa: pueden recoger más de 5.500 litros de agua de un río, embalse o del mar en una pasada de apenas 12 segundos.
Esta capacidad de recarga ultrarrápida les permite realizar un gran número de descargas en poco tiempo, siendo una herramienta fundamental en la estrategia de extinción. Verlos entrenar ahora asegura que, cuando llegue la emergencia, estarán listos para actuar con la máxima precisión y contundencia.