Respuesta contundente a la devastación
La Junta de Castilla y León ha dado un paso al frente para hacer frente a la catástrofe medioambiental provocada por los incendios. El presidente, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado la puesta en marcha de un plan de acción urgente para paliar los graves daños causados por las llamas, especialmente en la provincia de Ávila.
El anuncio se produjo tras una visita de Mañueco al Puesto de Mando Avanzado (PMA) en Navalacruz (Ávila), epicentro de uno de los fuegos más virulentos. Allí, el presidente autonómico garantizó que el plan será «inmediato» y que se actuará «sin escatimar en gastos ni en medios materiales, humanos o económicos».
¿Qué medidas concretas incluye este plan de acción?
Aunque los detalles se aprobarán formalmente en el próximo Consejo de Gobierno, el plan se sustentará en varios pilares fundamentales. En primer lugar, se realizará una evaluación inmediata y exhaustiva de todos los daños, tanto en propiedades privadas como en infraestructuras públicas y, por supuesto, en el patrimonio natural.
A partir de ahí, se articularán ayudas directas para los particulares y los municipios afectados. El objetivo es mitigar el impacto económico y social que ha supuesto esta «tragedia medioambiental y drama», en palabras del propio Mañueco, quien también ha subrayado la necesidad de una colaboración leal con todas las administraciones, desde los ayuntamientos y diputaciones hasta el Gobierno central.

Un desastre de enormes proporciones
La respuesta del ejecutivo autonómico llega en un momento crítico. El presidente reconoció la «angustia, incertidumbre y desolación» que sienten los vecinos de las zonas afectadas y tuvo palabras de agradecimiento para los equipos de extinción, que trabajan sin descanso en la zona.
¿Cuál es la magnitud del desastre en la zona?
La situación es especialmente grave en el incendio originado en Navalacruz. Las cifras oficiales ya hablan de más de 12.000 hectáreas calcinadas, convirtiéndolo en uno de los peores desastres ecológicos de los últimos años en la comunidad. La Junta ha movilizado todos sus recursos y cuenta con el apoyo de medios estatales, como la Unidad Militar de Emergencias (UME) y efectivos del Ministerio para la Transición Ecológica.
El compromiso final es claro: una recuperación integral que no solo ayude a las personas, sino que también ponga en marcha la lenta pero necesaria restauración de los ecosistemas perdidos.