Lo que prometía ser una jornada de ensueño en el corazón de los Picos de Europa se convirtió en una situación de máxima tensión para cerca de doscientas personas. Un incendio forestal declarado en el municipio leonés de Valdeón dejó completamente aislados a montañeros y personal en el icónico refugio de Collado Jermoso, obligando a una compleja operación de rescate por aire.

Una evacuación contra el reloj
La alerta saltó cuando las llamas, avivadas en una zona de difícil acceso por tierra, cortaron las rutas de escape del refugio. Ante la imposibilidad de una salida segura a pie, la Guardia Civil activó a sus unidades más especializadas para afrontar el desafío.
La evacuación fue asumida por los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), que desplegaron sus helicópteros para sacar a las doscientas personas confinadas. La operación, de gran complejidad logística, se centró en trasladar a los afectados desde la zona del refugio hasta el cercano pueblo de Valdeón, donde se estableció un punto seguro.
¿Por qué es tan conocido el refugio de Collado Jermoso?
Situado a más de 2.000 metros de altitud, el refugio de Collado Jermoso no es un lugar cualquiera. Es uno de los enclaves más emblemáticos y de acceso más exigente de los Picos de Europa. Como bien saben los montañeros, llegar hasta él requiere horas de caminata por terrenos escarpados, lo que da una idea de la imposibilidad de una evacuación terrestre en medio de un incendio. Su ubicación, aunque espectacular, lo convierte en una auténtica isla entre las nubes, un factor que hizo indispensable la intervención aérea.
La pericia del GREIM, clave en el éxito
La seguridad de las doscientas personas dependía de la destreza y experiencia de los especialistas de la Guardia Civil. La operación se llevó a cabo de manera escalonada, asegurando en cada viaje de helicóptero el bienestar de los evacuados, entre los que se encontraban montañeros de diversas nacionalidades y el personal del propio refugio.
¿Quiénes son los GREIM de la Guardia Civil?
Los GREIM son unidades de élite de la Guardia Civil especializadas en el rescate y auxilio en zonas de montaña y lugares de difícil acceso. Su formación les permite operar en las condiciones más adversas, desde paredes verticales y barrancos hasta cuevas o, como en este caso, parajes aislados por el fuego. Su intervención es sinónimo de garantía y seguridad en los entornos más hostiles de nuestra geografía.
Afortunadamente, la rápida y eficaz actuación de este cuerpo especializado permitió que el incidente se saldara sin heridos, convirtiendo lo que pudo ser una tragedia en una historia de superación y un recordatorio de la fragilidad de la montaña y la importancia de los equipos de emergencia.