Cada verano, el fantasma de los incendios forestales recorre la provincia de León. Escuchamos hablar de niveles de alerta, de medios desplegados y de situaciones de riesgo, pero ¿sabemos realmente qué significa cada uno de estos avisos? Entender este código de colores y números es fundamental para nuestra seguridad y para valorar el increíble trabajo de los equipos de extinción.

El punto de partida: Nivel 0 de peligrosidad
El nivel 0 es el escenario más habitual. Se declara ante uno o varios incendios forestales que pueden ser controlados con los medios y recursos asignados al plan InfoCyL. En esta fase, el fuego no supone una amenaza grave ni para las personas ni para bienes de naturaleza no forestal. Se prevé que las llamas afecten a una superficie menor de 30 hectáreas arboladas y que el tiempo de control no supere las 12 horas. Es, por así decirlo, la respuesta estándar ante un conato.
¿Qué es exactamente el plan InfoCyL?
InfoCyL son las siglas del Plan de Protección Civil ante Emergencias por Incendios Forestales en Castilla y León. Es el protocolo que organiza todos los recursos, tanto humanos como materiales, de la comunidad autónoma para prevenir y extinguir los incendios forestales. Este plan establece quién hace qué, cómo se coordinan y, por supuesto, define los niveles de alerta que marcan la gravedad de la situación.
La primera advertencia seria: Nivel 1
La situación se complica cuando se declara el nivel 1. Este salto se produce cuando el incendio presenta un riesgo, aunque sea leve, para personas o propiedades como viviendas aisladas, naves o infraestructuras. También se activa si se estima que el control del fuego requerirá más de 12 horas o si la superficie arbolada afectada podría superar las 30 hectáreas. Un incendio en una zona de especial valor ecológico también puede motivar esta declaración para asegurar su protección.
¿Quién tiene la potestad para declarar cada nivel?
La declaración de los niveles 0 y 1 es competencia de la Junta de Castilla y León, a través de sus delegaciones territoriales. Sin embargo, la decisión de escalar a nivel 2 corresponde directamente al consejero competente o al director general del área. El nivel 3, al ser una emergencia nacional, solo puede ser declarado por el Ministerio del Interior del Gobierno de España.
Alarma regional: Nivel 2 de peligrosidad
El nivel 2 supone una emergencia regional grave. Se declara cuando un incendio amenaza seriamente a la población o a bienes de gran importancia, haciendo necesarias evacuaciones o confinamientos. Es en este punto cuando la Junta de Castilla y León puede solicitar la intervención de medios extraordinarios del Estado, como la famosa Unidad Militar de Emergencias (UME). Esta fase también puede activarse si se producen varios incendios de nivel 1 de forma simultánea en la misma zona, desbordando la capacidad de respuesta ordinaria y requiriendo una coordinación superior, como la que establece el sistema nacional de Protección Civil.
Emergencia nacional: El excepcional Nivel 3
El nivel 3 es el más alto y, afortunadamente, el más infrecuente. Se trata de una situación de emergencia de interés nacional. Esto ocurre cuando un incendio ha superado por completo la capacidad de extinción de la comunidad autónoma, obligando al Gobierno de España a tomar el control de la emergencia a través del Ministerio del Interior. En un país donde cada año el fuego afecta a miles de hectáreas, según las estadísticas del ministerio, conocer este sistema de alertas no es solo una curiosidad, sino una herramienta vital de autoprotección.