En el corazón del Páramo leonés, un pueblo llamado Laguna de Negrillos guarda entre sus calles y viejos muros una historia que se niega a desaparecer. Gracias a la pasión y el esfuerzo de uno de sus jóvenes, Álvaro Aller Tascón, esos secretos del pasado están volviendo a ver la luz. Este estudiante del Doble Grado en Historia e Historia del Arte en la Universidad de León ha decidido dedicar su Trabajo de Fin de Grado a lo que más quiere: su tierra.
Lejos de ser un mero trámite académico, el proyecto de Álvaro es una auténtica misión de rescate. Se ha sumergido en un minucioso trabajo de investigación que lo lleva desde los archivos municipales y diocesanos hasta el Archivo Histórico Nacional. Pero su labor no se queda en los documentos polvorientos; una parte fundamental de su método consiste en recoger los testimonios orales de los más mayores del pueblo, guardianes de una memoria viva que corre el riesgo de extinguirse.

Un patrimonio que merece ser contado
Laguna de Negrillos no es un pueblo cualquiera. Su patrimonio es un reflejo de siglos de historia, con joyas que a menudo pasan desapercibidas. El objetivo final de Álvaro es crear un relato completo y accesible que ponga en valor esta riqueza, quizás en forma de libro o a través de una plataforma digital que sirva como reclamo para un turismo cultural y respetuoso.
¿Qué hace tan especial al castillo de Laguna de Negrillos?
El emblema del municipio es, sin duda, su imponente castillo-fortaleza, conocido como el Castillo de los Quiñones. Declarado Monumento Nacional, sus orígenes se remontan al siglo XIII, aunque fue reformado en siglos posteriores. Esta fortaleza no solo dominaba el paisaje, sino que era el centro de poder de la comarca. La investigación de Álvaro busca desvelar detalles de su construcción, sus habitantes y su papel en la historia leonesa, devolviéndole el protagonismo que merece.
Tradiciones que forjan una identidad
Más allá de la piedra, la identidad de Laguna de Negrillos se construye sobre tradiciones únicas que han pasado de generación en generación. La más conocida es la Fiesta del Voto, una celebración que hunde sus raíces en la fe y la supervivencia.
¿Cuál es el origen de la Fiesta del Voto?
Según la tradición, documentada en fuentes como el portal oficial del ayuntamiento, esta fiesta nació de una promesa solemne. En el siglo XVII, una devastadora plaga de peste asolaba la región y los habitantes de Laguna hicieron un «voto» a San Sebastián para que los librara de la enfermedad. Desde entonces, cada año, el pueblo renueva su promesa con una procesión y actos que rememoran aquel momento histórico, una tradición declarada de Interés Turístico Provincial.
La importancia de mirar al pasado para construir el futuro
Iniciativas como la de Álvaro Aller son cruciales para las zonas rurales. Recuperar y difundir la historia local no solo refuerza el sentimiento de pertenencia de sus habitantes, sino que también abre nuevas vías de desarrollo sostenible.
¿Por qué son importantes estos proyectos de historia local?
Estos trabajos de investigación actúan como un motor cultural. Permiten que las nuevas generaciones conozcan sus raíces y, al mismo tiempo, crean un producto cultural y turístico de gran valor. Tal como destacan portales como Reinu de Llión, poner en valor el patrimonio es esencial para atraer visitantes interesados en la historia, el arte y las tradiciones auténticas, dinamizando la economía local y combatiendo la despoblación.
El viaje de Álvaro por la memoria de Laguna de Negrillos es un recordatorio de que cada pueblo, por pequeño que sea, atesora un universo de historias esperando a ser contadas. Un legado que, gracias a jóvenes como él, seguirá vivo para las generaciones futuras.